Sabemos que para que nos vaya bien precisamos vivir en un lugar donde haya tierra fértil, agua abundante, un grado de calor aceptable y un aire puro para respirar. Sin embargo también somos capaces de vivir en lugares inhóspitos, con frío, en tierras áridas, o en ambientes en que el aire está contaminado. Pues lo mismo ocurre en nuestras vidas. Podemos vivir con desequilibrios en los elementos de la misma manera que podemos vivir en la Antártica, que no es precisamente un paraíso de condiciones ambientales, pero nuestro bienestar es mucho mayor cuando los elementos están bien equilibrados.
Muchas corrientes de pensamiento de religión, creencia, filosofía o escuela esotérica, consideran que todo cuanto existe está formado por cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire. Los tibetanos añaden un quinto elemento: el espacio.
En los próximos posts les hablaré un poco sobre cada elemento. Empecemos por el primero:
IGUAL PASA EN NUESTRO SER.
Cuando nuestra tierra está bien equilibrada nos sentimos seguros, firmes,confiados, realistas, prácticos, sanos, equilibrados.
UN EXCESO de este elemento nos convierte en lentos y perezosos, nos sentimos pesados, nos falta creatividad, etc.
Pero cuando nos FALTA nos sentimos volátiles, agitados, irritados por todo, sin capacidad de acabar las cosas, desarraigados e insatisfechos. El típico personaje a falta de tierra es aquel “estresado” que nunca encuentra nada que le estabilice.
¿Qué hacer si tenemos POCA tierra? Pues es conveniente practicar la meditación descendiendo tu atención a la altura del abdomen y , tomar alimentos pesados y no estimulantes, hacer ejercicio y darnos masaje.
¿Y sí la tenemos en EXCESO? Pues lo contrario: tomar alimentos ligeros, evitar el agotamiento, intentar ser más flexible en nuestros pensamientos y buscar ser más creativos en nuestra vida aprendiendo algo nuevo.
En el cuerpo humano el elemento tierra se manifiesta como lo que es sólido y le da forma: piel, huesos, músculos, venas y arterias, etc. Con el desbloqueo de las líneas energéticas en las piernas y brazos durante un masaje thai se equilibra tu elemento tierra al relajar los músculos, mejorar la flexibilidad, mejorar el rango de movimiento de las articulación, alineación de la columna, entre otros.