“El autodominio exige autoconciencia más autorregulación, componentes clave de la inteligencia emocional.” Daniel, Goleman
¿Sabías que la inteligencia mental no es necesariamente la clave del éxito?
¿Sabías que la mente es maleable?
¿Sabías que la meditación es un entrenamiento mental?
La Inteligencia Emocional no es sinónimo de felicidad, no es calma, ni tampoco optimismo. Al practicar técnicas de inteligencia emocional podemos adquirir la facultad para observar nuestros procesos mentales los cuales detonan mecanismos emocionales que determinan nuestras acciones de mente, de palabra o de acción y de esta manera evitar reaccionar solamente actuando intempestivamente, dañando nuestras relaciones o lastimando a los demás sin si quiera darnos cuenta.
Lo que nos ofrece la Inteligencia Emocional son herramientas y habilidades con las que podamos resolver mejor las complejidades de nuestros contextos sociales.
Los estudios en esta línea concluyen que las empresas con trabajadores emocionalmente inteligentes tienen una menor rotación de personal, mayor productividad, más ventas y, además, sus trabajadores sufren menos estrés y más satisfacción. “La ausencia del estrés no equivale a felicidad” de acuerdo a la Dra. Lupien, canadiense especialista en temas de estrés, sino a la manera en como lo abordamos. Y para lograr nivelar nuestras reacciones, es importante como dice Daniel Goleman, lograr la autoconciencia y la autorregulación emocional.
Autoconciencia
La autoconciencia comienza ejercitando nuestro hábito de observarnos a nosotros mismos. A continuación les comparto un ejercicio que aprendí de técnicas budistas de recolección de la atención para revisar las acciones a lo largo del día. No te desanimes si al principio sólo ves más acciones de negatividad que de positividad, lo importante es comenzar a verlo, y poco a poco con prácticas de mindfulness, técnicas de autorregulación emocional, meditación y terapia psicológica podrás ir corrigiendo esos patrones.
Haz una matriz de la siguiente manera:
En las columna (+)elige cada día 3 acciones diferentes para monitorearte (una por celda) como las siguientes: cuidar la vida (como haber rescatado a un perrito o no haber matado a una cucaracha), hablar la verdad, generosidad, paciencia, disciplina, diligencia, meditación, sabiduría, ecuanimidad, bondad amorosa, alegría por los logros de otros, compasión.
En la columna (–) elige cada día 3 acciones diferentes para monitorearte (una por celda) como las siguientes: matar (a una mosca por ej.), robar o tomar lo que no te es dado, no tener actividad sexual inadecuada (que lastime a terceros), mentir (hasta en la sutileza de exagerar –y al único a quien no le puedes mentir es a ti mismo), decir groserías (especialmente si afectan a terceros o ser ofensivo), chismear, codicia o envidia, malicia (pensar en hacer daño a otros), y tener una visión equivocada de la realidad relativa. Hay alrededor de 35 actividades que son indicadores de que vas a cometer una acción negativa de acuerdo a maestros budistas –pídenos la lista si estás interesado aquí-.
En la fila de observaciones, coloca todas las acciones que no entren en los recuadros de las 3 acciones que elegiste para ese día, ya sean positivas o negativas.
En retiro a mí me hicieron revisarlo cada 3 horas, pero con que lo hagas 1 vez al día, antes de dormirte, creo que puede ser un ejercicio muy revelador.
Autorregulación
“Recuerda que siempre existen 3 enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad, y La verdad” Mahatma Gandhi
En Núad SPAmóvil hemos desarrollado diversos talleres de inteligencia emocional que podrás contratar para tus colaboradores y ayudar a tu organización a ser más productiva, especialmente para contribuir a que las personas aprendan a autorregular sus emociones:
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