Hay ocasiones en que los masajes, aunque sean breves, incluso los de 10 a 15min. detonan un proceso depurativo, de limpieza y/o de sanación en el organismo, tanto a nivel físico como a nivel emocional. Esto no siempre sucede pero se da en la mayoría de la ocasiones cuando el masaje es profundo y efectivo.
Yo me acuerdo cuando daba masajes en las oficinas o en eventos, que tenía personas que se soltaban llorando, que sentían náuseas, sentían que se desmayaban o incluso hasta llegaban a vomitar, aún con un masaje express.
Cada persona tiene contenidas emociones y sentimientos que se guardan en el cuerpo, por eso si no aprendes a transformar las emociones o a permitir que la energía se manifieste cuando lo sientes, la emoción se reprime y se albergan en el cuerpo físico hasta que se somatizan –esto quiere decir que se manifiesta la emoción a manera de enfermedad, y de ahí que evolucione en una gastritis, dermatitis, y a largo plazo hasta en depresión clínica o problemas del corazón.
Es mejor sacarlo, que tenerlo adentro.
Por eso mismo es que los masajes ya no son un lujo, sino una necesidad.
Cuando hay un nodo de estrés en el cuerpo, hay no sólo tensión muscular acumulada y focalizada, sino también mucha energía guardada en el mismo lugar, que al liberarla con la presión digital a través del masaje, se dispara hacia la cabeza. Como no sabemos qué es lo que está pasando en ese momento que se dispara el bombazo de energía, nos asustamos y pareciera que además nos vamos a desmayar porque se dilatan las pupilas, vemos lucecitas, nos ponemos blancos, incluso baja la presión, pero esto sólo sucede en los casos más drásticos de acumulación y represión emocional. Dado que la energía tiende a subir, es necesario bajarla hacia el abdomen, atrás del ombligo, pues eso nos permite estar más centrados, menos discursivos mentalmente y con menos agitación.
El protocolo de masaje antiestrés que hacemos en Núad SPAmóvil ayuda precisamente a bajar la energía hacia la espalda baja (atrás del ombligo) y permite sacar la energía acumulada llevándola desde el cuello y hombros, hacia los dedos, ayudando a drenar el organismo de esa energía en exceso, además de liberar la emoción guardada en el punto “gatillo” y relajar físicamente los músculos permitiendo que se reactiven los husos neuromusculares que mandan la señal al cerebro de que ya se puede volver a usar ese músculo y quitar la señal de dolor. Por esto y muchas razones más el masaje es importante y por eso es realmente antiestrés.
En pocas palabras, un masaje siempre es bueno para lidiar tanto con la tensión física como con las emociones, especialmente si eres una persona que no acostumbra a expresarlas. Pero si presentas síntomas como los que comentamos, no te preocupes, es normal, sólo déjalo pasar y en unos minutos se nivela. Sólo basta con RESPIRAR PROFUNDO, 10 veces al menos.
Es importante que lo sepas porque es un proceso completamente natural, es positivo y necesario, y así también lo podrás compartir con tus colaboradores.
Y cuando le das más tiempo al masaje, con sesiones de 60min. o más es mucho más sanador porque le das más espacio al cuerpo de mover y depurarse.
Si quieres hacer un programa de control de estrés empleando los masajes como eje central, y los talleres de inteligencia emocional y mindfulness para aprender a transformar con las emociones, nosotros podemos ayudarte!
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